Terminé el Polimodal ¿Y ahora qué?
“Mira que Soy joven y no sé hablar”
Las clases ya terminan, muchos jóvenes dejan el Polimodal para enfrentarse a una nueva etapa de la vida. Y esa nueva etapa despierta solamente incertidumbre. Son muchas las dudas. Para algunos el dilema se debate entre qué carrera seguir estudiando, y quizá para la mayoría, el dilema es ahora encontrar trabajo.
Entonces nos enfrentamos a los diarios, a los clasificados: Grande es la desilusión, cuando nos damos cuenta que no “clasificamos” para ningún empleo. Siempre surge la condición de la experiencia… entonces uno se pregunta ¿Qué experiencia voy a tener si recién salgo de la escuela?
Muchos y exigentes son los requisitos para conseguir un empleo, y entre ellos tampoco puede faltar la buena presencia, cómo si uno fuera trabajar de “modelo”. Esto para muchos jóvenes significa una gran frustración que puede extenderse por largo tiempo. Serán varios los que quedaran al margen del mundo laboral… Pruebas, test, exámenes, controles, parece ser que alguien necesita una lista detallada de nuestras cualidades, y cuando no cumplimos con ciertas condiciones entonces lo más probable es que escuchemos: “nosotros te llamaremos si aparece algo”.
Un muchacho de nombre Jeremías, se plantea las mismas dudas, sabe que es joven, que carece de experiencia, que para muchas cosas no está preparado. Pero para alguien él sirve, no por las apariencias, ni por sus cualidades, sino por el potencial que encierra cada joven. Para alguien, Jeremías vale mucho, y ese alguien solamente es Dios. Porque sólo Él nos ama simplemente por lo que somos. Cuando para el mundo somos despreciables, sin valor, para Dios somos el bien más precioso por el cual el cielo hace fiesta.
Es en el momento en que sentimos que no podemos, que no conseguimos nada, que nos sentimos frustrados, cuando más debemos confiar en Dios. Es el momento en que debemos recordar la promesa que Dios le hizo a Jeremías: “No digas:`Soy demasiado jove'
En esta nueva etapa, Dios tiene que ser nuestra roca, en donde pongamos toda nuestra confianza. Es tiempo que creamos que Dios puede abrir nuestro camino, por más obstáculos que encontremos.
Andrés Obregón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por el comentario!!!