Hay un cuento que dice que hace mucho tiempo un señor se caso con dos mujeres de distinta edad, una menor que él y otra mayor.
La que tenía mas edad se quejaba de que siempre la confundieran con la madre del señor (que en verdad era su esposo) y tenía cierta bronca hacia la otra esposa de su pareja, entonces cuando su esposo se iba a dormir ella se acercaba y con la intención de “peinarlo” le arrancaba los pelos de color oscuro así le quedaban las canas y no parecían de edades tan distintas.
La esposa mas joven al ver esto pensó que si su esposo tenia muchas canas la iban a confundir con una hija y por eso también se puso a “peinarlo”, arrancando todas las canas que veía.Al poco tiempo este señor quedo pelado, y aunque sabia que le arrancaban los pelos a propósito no decidió a hacer nada porque las quería a las dos.
Este cuento fue escrito por un señor llamado Esopo hace más de 2600 años, también escribió el cuento de la tortuga y la liebre y otros más.
Todos alguna vez fuimos (o somos) como este señor, tenemos que tomar una decisión y dejamos pasar el tiempo esperando que pronto las cosas se van a acomodar solas sin intervención nuestra aunque nosotros hayamos generado en lío, situación o problema.
Hay tiempos para esperar y tiempos para actuar, los tiempos de esperar a veces son difíciles de soportar porque estamos ansiosos y queremos hacer las cosas ya, pero los tiempos de actuar son tiempos en los que nos tenemos que jugar por lo que consideremos correcto.
El señor de la historia se quedo pelado, a lo sumo no es un problema tan grande si se compara con un adolescente que esta siendo presionado para fumar, beber, drogarse o tener relaciones sexuales. Siente que algunas personas adultas le arrancan pelos para que parezca más “buenito” y simpático, mientras que algunos que se hacen llamar amigos lo tiran para otro lado presionándolo para hacer cosas que ellos mismos saben que no los va a llevar a buen fin.
Acá aparece Jesús, pegándole en la mano a los que arrancan los pelos y aceptándonos tal cual somos, con nuestras canas y pelos negros. El nos dice no te voy a arrancar ningún elemento de tu personalidad, te voy a amar y vas a crecer conmigo.
Esto es evangelio, esto es vida verdadera. Muchos cristianos se creen más cristianos que Jesús y se ponen como jueces y no como hermanos de amor que es lo que deberíamos hacer.
Al señor de la historia le falto decir: ¡no me arranquen los pelos! ¡Soy una persona con pelos negros y canas y no un muñeco de un juego!Seamos amigos de Alguien que verdaderamente nos ama y no juguetes de las opiniones.
Lean Yñiguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por el comentario!!!