Lo que más le molesta a Miriam no es que su madre le utilice la ropa, sino que muchos de sus compañeros varones visiten su casa con la sola intención de ver a su mamá. Una de 15 y la otra de 34. La competencia muchas veces es feroz y la pelea interminable. Karina dice que quiere ser amiga de su hija, pero Miriam la mayoría de las veces preferiría que se comportara como una madre.
Carlos y Dilan salen todos los viernes. Dilan conduce a toda velocidad, a pesar de haber bebido varias cervezas. Este le dice a Carlos que tiene que ser hombre y le enseña cómo levantarse a todas las chicas que pasan a su lado. Dilan es el padre, Carlos el hijo.
Lo que no comprende Dilán, es que muchas veces Carlos se ve intimidado y apabullado por su padre. Le gustaría tener su propio espacio, en donde su padre no le robe el protagonismo.
"Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño." 1 Corintios 13, 11.
¡Cuántos jóvenes solos! Son muchos los jóvenes que tienen que arreglarse ellos solos con la vida, porque le faltan modelos. Son muchos los jóvenes que crecen solos y parecen huérfanos. Esta generación es una generación sin padres. Aunque parezca dura esta frase.
Muchas veces se critica a los jóvenes porque son irresponsables, porque faltan el respeto y por tantas cosas más. Pero los jóvenes siempre fueron así, siempre fueron rebeldes. Los jóvenes no cambiaron, cambiamos los adultos que dejamos de ser adultos, cambiamos los adultos que empezamos a comportarnos como jóvenes.
¿Cómo podemos recriminarles a los jóvenes por sus actitudes, si no tiene buenos modelos para imitar? ¿Somos buenos modelos?
Jóvenes, Cristo es el modelo en el que tienen que mirarse. Aprender de él, copiar sus actitudes, actuar como él actuó. Él tiene que ser tu ideal.
Y para nosotros los adultos, si bien Cristo es el modelo por excelencia, tenemos que ser reflejo de Jesús. Los jóvenes necesitan un modelo vivo y actual, un modelo que les diga que es posible seguir a Cristo, que es posible vivir como cristiano.
¡Adultos, ya somos Adultos! ¡Cuántos mayores se quedan en el tiempo! Muchos nunca crecieron, o en algunos casos quemaron muchas etapas durante su juventud y hoy quieren recuperar el tiempo perdido. ¡Cuántos adultos eternos Peter Pan!
Es tiempo que dejemos las cosas de niños y encaremos proyectos de adultos, proyectos más comprometidos, proyectos que cambien la realidad. Ya no podemos estar con niñería, podemos mucho más. Los jóvenes nos están reclamando, los jóvenes nos necesitan. Lleguemos a ser Hombres y Mujeres, con todas las letras. Pidamos al Espíritu Santo que nos de fuerzas para crecer y asumir un mayor compromiso.
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